Venezuela aún no ha podido disfrutar de lo último de Nolan. Mientras esperamos, es apropiado revisar su película anterior, The Dark Knight Rises.
Christopher Nolan es mi director favorito. ¿Tengo que explicar los motivos?. Christopher Nolan logró “traumatizarme” luego de Memento, hasta el punto que no podía sacar de mi mente la historia del hombre que no podía retener una idea en la mente. Insomnia, su segunda película, es un poco más “underground”, sin embargo, aún cuando yo desconocía su director al verla, fue intensa y muy introspectiva y analítica. Luego vinieron los “Hits”: Batman Begins, The Prestige, The Dark Knight e Inception. Cada una de ellas me marcó de una manera increible, e Inception es la película de mi vida, la mejor película que alguna vez he visto, la película perfecta para mi.
Sin embargo, el tema que nos acontece hoy es Batman, mi superhéroe favorito, el superhéroe que es la suma de todos los esfuerzos, de toda la voluntad, el resultado de todo el sufrimiento y la definición de entrega. Batman, llevado a la pantalla por Christopher Nolan, en su última entrega. Pero me permitiré el tiempo de recontar la historia reciente de Batman en el cine, a mi manera. Y no, para los que se preguntan, no haré este “review” a la manera de todas las páginas web de la internet, hablando de los mismos temas y los mismos errores, sin embargo debo responder, a mi manera, a lo que muchos han criticado. Pero todo a su tiempo.
Tim Burton tuvo el honor de llevar a Batman al cine para las nuevas generaciones por primera vez. Era un cambio brusco para todos, acostumbrados a Adam West y su Batman “para niños” y la versión de Robin que tomaba leche en las discotecas (sí, sorprendentemente ellos entraban en discotecas y bailaban y nadie se sorprendía…), y le devolvió la oscuridad, la noche, el miedo y los susurros al caballero de la noche. Lo puso a combatir contra el Guasón (o el Joker, como prefieran) y luego lo puso contra Gatúbela (Catwoman = Selina Kyle) y el Pingüino. Dejo dicho que la película contra el Pingüino y Gatúbela (Batman Returns) marcó mi niñez y adolescencia, y fue la primera película de Batman que vi en el cine. Fue interesante, oscura, divertida y muy llena de fantasía. Sin embargo fue una película seria y madura, con muchos tonos y que dio pie a la concepción que hay en mi mente de lo que es Batman y como debe ser interpretado.
Luego vino el desastre de Joel Schumacher. El desastre que al principio, en Batman Forever, no era tan mayúsculo, pero que luego alcanzó proporciones incomparables cuando lo coronaron como la peor película de la historia del cine (y una de mis películas más odiadas) Batman y Robin, con George Clooney como el guasón, perdón, como Batman. No hay nada que pueda salvarse de esa película, y fue el cierre de Batman de la nueva generación. El desastre estaba cerrado, parece que es el poder de la participación de Alicia Silverstone.
Y luego vino Nolan. Es interesante ver la primera película de Nolan, Following, la que yo llamo “su tesis de grado” donde el protagonista tiene en la puerta de su casa una calcomanía de Batman de Burton. Estoy seguro que Nolan no pretendía dirigir nunca Batman en esa época de estudiante, pero tal vez lo soñaba. Y aunque hay declaraciones de Nolan diciendo que “solamente tomó el proyecto de “Batman Begins” porque le permitía tomar la experiencia que necesitaba para filmar Inception”, estoy seguro que en su corazón hubo una realización del sueño infantil de honrar a Batman. Nolan, basándose en la historieta “Batman Year One”, revivió la “franquicia” a un nuevo nivel. Tomó a Batman y lo hizo un ser humano verdadero y tomó su historia y la hizo creíble y excelente. Aún ante muchos errores de la primera parte, logró hacer de Batman el súper héroe que yo soñaba.
No soy amante de The Dark Knight (y aquí comienza la diferencia con otros reviews en otras páginas web) pues no soy de los que puede aceptar cualquier argumento sin cuestionar. La quemadura de la cara de Harvey Dent hacia el final de The Dark Knight me dañaron la experiencia completa de la película, su habilidad para hablar coherentemente desde su dolor, la exageradamente seca quemadura de su piel y la facilidad con la que Harvey traga y habla desde el momento que es elevado al papel de Two Faces es insoportable para mi, y más aún “el discurso de convencimiento” que el Joker hace en su cuarto del hospital, donde en cinco minutos le da un propósito sin gran cuestionamiento a un abogado que ha sabido discutir cualquier argumento previo en toda la película. Eso, y la "redención” de gótica con los barcos que nunca se explotaron me hacen sentir un poco estafado con la segunda entrega de Nolan y es mi película menos favorita. Muchos la adoran, lo se, pero yo soy uno de sus pocos detractores en el mundo. Sin embargo es una buena película. Y luego viene el cierre.
El cierre es Batman: The Dark Knight Rises (la palabra Batman no va en el título). Nolan eligió al villano más difícil de las historietas y lo puso como el enemigo. Cierto que muchos (aquellos que no conocen la historieta) no sabían de su existencia, el mismo Nolan desconocía a Bane y a Talia Al Ghul y a muchos de los “Archivillanos”. Pero, en la historieta, Bane destruyó a Batman de múltiples maneras, y yo esperaba, desde el día del anuncio de la última versión, ver como Bane destruía a Bruce y como Bruce lograba salir del pozo de la perdición a donde Bane lo había llevado.
Bane. El enemigo invencible, resultó serlo para Batman. Batman fue destruido y derrotado en TODOS los aspectos de su vida. Fue arruinado, alejado de sus seres queridos, manipulado emocionalmente, destruido físicamente, y su ánimo amilanado por el plan de Bane (y Talia, por supuesto). Batman tuvo que mirar durante meses a ciudad Gótica caer en un espiral de decadencia mientras su cuerpo decidía curarse, mientras hacía su propia versión de fisioterapia, mientras lograba descifrar el código apropiado para escapar de su prisión de desesperanza. Y Nolan llevó a Batman de regreso a Gótica. Batman, desde su fracaso más grande, logró levantarse.
Para Chistopher Nolan, Batman es un héroe que siempre está por debajo de sus enemigos, necesitando dar todo lo que puede y lo que tiene para vencerlos. Ra’s Al Ghul lo sorprendió y, de no ser por la piedad que mostró en Batman Begins (y que fue insensata), pudo haberlo vencido. No se diga del Joker, que lo derrotó en todos los niveles posibles, lo llevó a luchar contra él usando herramientas muy cuestionables para la moral de Batman y a quien pudo derrotar en un golpe de suerte. Luego contra la dupla temible de Talia y Bane, ante la cual pudo ganar por la incapacidad de Bane de prepararse para todas las posibles eventualidades, como la de que “el daño que le hiciste en la espalda sea curable”. Sin embargo Bane destruyó a Batman y a Bruce, completamente, y ciudad gótica se salvó por minutos apenas. Y Batman tuvo que entregar todo, huir, en un cierre de la historia, y pasarle el testigo a John Blake, que no creo que sea Robin, sino una nueva versión de Batman o tal vez Nightwing, pero que sin lugar a dudas es la representación de que Batman es más que Bruce Wayne, es un símbolo (con mucha tecnología que lo sustenta), que no importa si su alter ego es Wayne o Blake o Grayson o Valley, al ponerse el traje defenderá al pueblo.
Nolan eligió la inclusión de Catwoman, aunque no le dicen nunca así. Selina Kyle fue reinterpretada como una ladrona de moral ajustable. Siempre Selina ha sido incomprensible, alternante, y en esta versión es, a la vez, la ruina de Batman y su salvación. Nolan decidió remarcar la moralidad cuestionable en esta película agregando a Gatúbela (aunque ya la moral de Batman ha sido cuestionable en las entregas anteriores), que le permitió resolver el conflicto entre Bane y Batman: verás, Bane no podría ser vencido por Batman, ya que los métodos de Batman son, en muchos momentos, absurdos. Bane y Batman podrían pelear por siempre, como Batman y el Joker, como Batman y cualquier otro archivillano, Kyle es la solución a la ecuación balanceada de Batman contra cualquiera de sus enemigos, es el golpe del arma de fuego que Batman se niega a utilizar.
La película tiene una narración excelente, casi tres horas que pasan muy rápido, eventos muy llamativos e interpretaciones incomparables. Una de las películas que más he disfrutado en el cine, y con una emoción muy bien manejada. Estoy muy conforme, y es mi película favorita de todas las películas de Batman que he visto. Nolan aprendió bien. Tomó todo lo que supo de toda su carrera y lo utilizó en esta última entrega, y el resultado es incomparable. Muy recomendada.
Mi calificación: 18 de 20. El veinte se lo reservo a Inception.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario