Terminator Genisys es un filme de ciencia ficción y acción que lidia con líneas de tiempo paralelo, la paradoja de la predestinación y revisita a Sarah Connor y Kyle Reese en su lucha para sobrevivir a una máquina asesina que los persigue mientras intentan evitar el fin del mundo y la aniquilación de la humanidad en manos de las máquinas inteligentes. Mas o menos como la primera Terminator, allá por el año 1984.
La historia de Terminator, la versión original, fue creada por James Cameron (Avatar), y es sin discusión una de las mejores películas de ciencia ficción y acción de todos los tiempos, introduciendo a Arnold Schwartzenegger como la imparable máquina que viene del futuro y que persigue, incansable, a una Sarah Connor indefensa e inocente, apenas protegida por el soldado del futuro Kyle Resee, sin recursos ni herramientas. Aunque el viaje en el tiempo de Terminator ha sido muy criticado (y el origen de la brutal organización, Skynet, que representa la encarnación de las máquinas), es sin duda un filme clásico y muy influyente del género de acción y ciencia ficción. Si ya Terminator es una de las mejores, imagínate que el mismo James Cameron logró superarse haciendo una de las mejores películas de todos los tiempos, Terminator 2: Judgement Day, en 1991, uno de los hitos más grandes del género. Estos dos filmes son tan apreciados que todos los demás de esta serie debe ser comparados contra ellos y la comparación es inmisericorde, despiadada: o es superior a los mejores filmes de acción de todos los tiempos o lamentablemente no lo es. Y es muy difícil serlo. El éxito de los Terminators de James Cameron está en que son películas emocionales y profundas más allá de toda la acción y efectos especiales.
Ya Terminator 3: The Rise of The Machines y Terminator Salvation tuvieron que transitar por este camino. Ya sus méritos fueron disminuidos por la comparación contra las obras maestras de Cameron y ya sus defectos, amplificados. Lo que para otra saga serían continuaciones aceptables, para Terminator no lo son. Lamentablemente Terminator Genisys está en el mismo fuego, en el mismo crisol. Y lamentablemente, en ese contexto, no logra destacarse. Terminator Genisys no está a la altura de sus predecesoras.
John Connor interpretado por Edward Furlong (Arriba izquierda, Terminator 2: The Judgement Day), Christian Bale (Arriba Derecha, Terminator Salvation), Thomas Dekker (Abajo derecha, Terminator TV Series), Nick Stahl (abajo centro, Terminator 3: The Rise of the Machines) y Jason Clarke (Abajo izquierda, Terminator Genisys)
Sus principales problemas no están en la trama. Terminator Genisys intenta reescribir la línea del tiempo agregando un nuevo elemento no visto que alteró al presente, al pasado y al futuro, lo que lleva a reescribir todos los eventos de los filmes de James Cameron (y en cierta medida, borrarlos de la existencia, como implementó J.J. Abrams sobre Star Trek o Bryan Singer con X-Men: The Last Stand). Y, para un fanático del viaje en el tiempo y la paradoja de la predestinación (que perdono con más frecuencia de la esperada excepto en la insoportable Looper) la historia, que procuraré no darle más spoilers, fue aceptable. Inclusive, la reestructuración y reciclaje de las escenas de las películas previas logró darle una sensación de nostalgia al filme y creo que algunos de los eventos de la película fueron inteligentes y logró transmitirme real preocupación por los protagonistas. La debilidad de Terminator Genisys está en el diseño de los personajes: toda la dimensión de Sarah Connor (y la de Kyle Reese) fue eliminada.
Sarah Connor es un personaje de la cultura popular que logró transcender e imponer un nuevo estándar de las protagonistas femeninas. Sarah Connor, interpretada por Linda Hamilton, es una mujer que en el viaje de las dos películas de Cameron pasó de ser una mesera inocente a una máquina indetenible, de fortaleza incomparable, exterminadora de exterminadores. Su fortaleza está hilada con un profundo desprecio por las máquinas y una compasión por la humanidad que termina dándole múltiples dimensiones a su personaje y que, lamentablemente, no posee en este filme. Muchos me han dicho que Emilia Clarke, Kaleesi en Game of Thrones, no tenía la forma física para interpretar a Sarah Connor y creo que el problema no es la actriz sino el personaje. De igual manera, Kyle Reese, interpretado por Michael Biehn en 1984, era un personaje oscuro, desesperanzado y curtido por la dificultad del mundo en el que ha vivido y que solo tiene una esperanza, su comandante John Connor quien le da la misión de salvar a la resistencia (y lo poco que le queda de humanidad) con la misión de proteger a Sarah Connor. Y de igual manera, el personaje fue castrado de todas sus dimensiones, profundidades y temores; no es culpa de Jai Courtney, me temo, aunque la forma de su cuerpo tampoco representa mucho a los sufrimientos que Reese tiene que haber enfrentado antes de ser enviado al pasado.
Sarah Connor interpretada por Lena Headey (arriba izquierda, Terminator TV Series), Emilia Clarke (abajo izquierda, Terminator Genisys) y Linda Hamilton (derecha, Terminator 1 y 2)
Kyle Reese interpretado por Michael Biehn (Derecha, Terminator 1), Jai Courtney (Izquierda superior, Terminator Genisys) y Anton Yelchin (Izquierda Inferior, Terminator Salvation)
Entre toda esta unidimensionalidad para los protagonistas, solo el Exterminador, interpretado por Schwarzenegger, posee profundidad. Solo el robot “viejo, no obsoleto”, presenta emociones profundas, capturadas perfectamente. El robot resultó ser el humano.
No es que sea un mal filme. Es que las oportunidades emotivas, el ingenio y la creatividad (que te aseguro que están presentes) fueron desplazadas por otras prioridades como introducir más efectos especiales y más explosiones. Es lamentable, porque en realidad disfruté mucho algunas secuencias, chistes y situaciones. Es lamentable porque en realidad disfruté lo que los protagonistas lograron hacer con los personajes que les dieron. Inclusive agradezco enormemente como los personajes se esfuerzan por satisfacer las predestinaciones que saben que definen su misión y agradezco que los escritores tomaran inspiraciones de las múltiples líneas temporales de los personajes de La Torre Oscura de Stephen King y sus maneras de lidiar con los recuerdos paralelos de dos tiempos diferentes.
Creo que no hay manera de terminar mi análisis de Terminator Genisys sin hablar de la serie de televisión Terminator: The Sarah Connor Chronicles. Aprecio que los escritores hayan decidido explorar algunas de las ideas propuestas por la serie, en especial la de otras fuerzas actuando en el desarrollo de las líneas temporales: el Terminator anciano tiene un origen, pero es desconocido. Tal vez viene de ese esfuerzo de Shirley Manson (o su personaje en la serie de televisión) de crear una inteligencia artificial compasiva y con respeto por la vida. Los pocos que vimos y disfrutamos la serie de TV sabemos que los eventos narrados en ella hubieran podido satisfacer a audiencias más grandes y darle la tridimensionalidad necesaria a estos personajes. La relación familiar y la dependencia de Sarah Connor y su padre artificial, Pops, es uno de los mejores aspectos de este filme y otra de las múltiples ideas heredadas de TV.
Mi calificación: 14 de 20. Si no existieran las de James Cameron las calificaría mejor, pero es un peso que ellos mismos debían balancear.
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