[Cine] Gone Girl (Perdida)

Gone Girl es la última película de David Fincher, quien tambien dirigió “The Social Network”, “Seven”, “The Girl With The Dragon Tattoo”, “Fight Club”, entre otras. Fincher es uno de los directores más influyentes del cine actual, y logra combinar aspectos artísticos y comerciales en sus filmes, que nunca han tenido un alcance pequeño. Con un estilo visual característico y una obsesión por los detalles, Gone Girl es una de las películas más aclamadas de este año. Te advierto que en lo que sigue a continuación haré muchos spoilers así que te recomiendo que detengas la lectura si aún no la has visto: una gran parte de este filme está en no saber cuales son los giros de la trama antes de verla.

Gone Girl cuenta la historia de un matrimonio, Nick Dunne (interpretado por Ben Affleck) y Amy Elliot (interpretada por Rosamund Pike), que parece, al inicio, ser convencional. La trama comienza con la desaparición de Amy, que parece haber sido secuestrada en su casa. A través de Flashbacks, vemos que esta pareja era moderna y muy enamorada, con mucha química y entendimiento. Nick comienza a ser acosado por los medios porque, con el devenir de los eventos, se convierte en el principal sospechoso de la desaparición de su amada esposa, mientras los flashbacks, reflejos del diario de Amy, muestran que la pareja se ha degradado progresivamente hasta un estado de violencia doméstica en el que ella teme por su vida. El que parecía un matrimonio perfecto se comienza a descomponer por efectos económicos, sociales. Nick tiene una amante. Amy estaba embarazada. Nick pidió una póliza de vida por su esposa por una cifra millonaria, Nick tiene problemas con los juegos de azar por internet, es un comprador compulsivo y debe miles de dólares en su tarjeta de crédito. Y luego viene el primer giro de la historia: Amy no está muerta, ella fingió su secuestro, armó todas las pistas para que Nick pareciera culpable, y desea que lo encarcelen y maten. Ella es un ángel de la venganza y del castigo, él se alejó de ella y dejó de darle importancia a su matrimonio y el castigo de él debe ser la muerte, según Amy. Una vez que se descubre el primer giro, nos enteramos que el diario de Amy es una mentira, salpicado con verdades. Ya no se puede confiar en lo que se vio al principio, ya no sabemos cual de las dos versiones que se cuentan es realidad. ¿Quién de ellos quería tener hijos? ¿Nick de verdad ha sido violento con su esposa? La realidad se vuelve difusa, y ya no confiamos en ninguno de ellos. Lo cierto es que Amy es una sicópata (o sociópata). En este punto, la película se vuelve un juego de ajedrez, cada quien presentando su mejor movimiento.

Pudiendo caer en la tentación de que para Amy todo resultara bien (y repetir a Basic Instints, que en momentos se le parece), la autora del libro (y por supuesto, la película) se aleja de un plan perfecto para Amy: Ella es imperfecta en su plan, es una persona demasiado exigente y con un alto estándar de las cosas para lograr pasar desapercibida. Esto la lleva a necesitar improvisar porque su plan es interrumpido cuando dos vecinos de la casa de transición donde se esconde la asaltan, dejándola sin dinero. Ahí es cuando entendemos que Amy es letal, y que sus acciones suelen estar bien planificadas. Su esposo sabe que ella no es quien parece, pero no hay manera de demostrarlo. La policía sabe que ella fingió, pero resulta que sus coartadas son excelentes para su segundo crimen. Está en la mentalidad humana excluir aquellas cosas que no tienen sentido del cuadro completo, y aunque la ejecución del plan no es perfecto, Amy resulta victoriosa en su derrota: no consiguió su objetivo principal pero logra regresar a su vida y ser una estrella mediática, doblegando a Nick, que ahora es una mascota asustada que decide quedarse con su ama, a pesar del miedo que le tenga.

Bastará decir que, aunque Ben Affleck estuvo excelente en su interpretación de Nick Dunne y demostró que puede interpretar grandes papeles una vez mas, es Rosamund Pike, Amy, quien se roba la película y toda la atención. Mostrando un rango increíble en su actuación, es capaz de dominar el miedo, la furia, la tristeza y la determinación con una naturalidad increíble, atrás, en el pasado, quedó la interpretación de la joven inocente de Pride and Prejudice, Jane Bennet. Es por ello que Rosamund ha sido nominada al SAG y al Golden Globe como mejor actriz, y es prácticamente segura su nominación al Oscar, y yo la veo ganadora de estos premios. Simplemente Rosamund logró interpretar, a la perfección, un papel soñado por muchos, un personaje  que es a la vez admirado y despreciado.

 

La historia, y en especial el viaje emocional de Amy, es muy pólémico. Amy es una mujer muy inteligente, perfeccionista, independiente y fuerte, como una bandera del feminismo. Amy conoce bien como usar su cuerpo y su atractivo para dominar a los hombres que la rodean mientras que  los hombres son objetos, seres con poca creatividad y sin ninguna visión, dominados por los deseos más básicos. Los medios, la sociedad, condena rápidamente a los hombres mientras que considera a las mujeres víctimas débiles. Muchos han argumentado que esta visión de la mujer empoderada rodeada de hombres marionetas en una sociedad machista es una de las mas cuestionables maneras de defender el feminismo y que esta película retrocede en la igualdad. Tal vez esta es una manera de criticar a la audiencia, ya que, como espectador, uno espera que Amy haya sido una víctima y propone varios sospechosos y ninguno es una mujer. Curiosamente, el caso es investigado por una mujer, la única con suficiente visión para darse cuenta que la desaparición de Amy es un montaje muy bien elaborado. Lamentablemente no posee pruebas. Gillian Flynn, escritora del libro, inclusive afirmó que “habia matado al feminismo” antes de apaciguar su inconformidad con su producto final que muestra “que las mujeres son pueden ser tan mentalmente violentas como los hombres” y que las mujeres “no son buenas por naturaleza”. Nunca conocemos a nadie realmente, pareciera ser el mensaje de este filme.

Fincher utilizó una fotografía detallista y con una iluminación compleja, que muestra a los espacios, inclusive abiertos, como cerrados, tal vez para reflejar la propia elucubración de los personajes y su estado emocional. Para terminar la composición de las escenas, Fincher colaboró nuevamente con Trent Reznor y Atticus Ross para la banda sonora, que fluye lentamente e incrementa su complejidad a medida que la trama va aumentando la complejidad de la historia vista y la cercanía a los desenlaces.

Mi calificación: 18 de 20. Es un filme estimulador en todos los sentidos, una explosión de maldad y crueldad pero enmarcados en un objeto bellamente armado y compuesto, como la propia Amy.